- Desesperado -

-Entonces quiere decir que fué por tu voluntad que decidiste ser vampiro. Estamos casi en igualdad de circunstancias Boss, yo lo pedí casi a gitos. Me aterraba la idea de envejecer, y el poder... Bueno, siempre me ha gustado estar por encima de todos, llamar la atención. Nunca me he arrepentido de ser lo que soy, estoy conforme con mi condición de inmortal. La única diferencia ahora radica en que... - guardé silencio unos minutos y lo miré- ...siempre estuve solo, de hecho nunca me he considerado un vampiro social, prefiero vagar solo, hacer lo que yo quiera sin dar cuentas a nadie. Pero... << Siempre hay un maldito pero>> Las cosas son diferentes ahora, sobre todo desde que llegué al Fangtasía y te conocí.

-Quiero decirte algo Eric- Esta vez le llamé por su nombre y no como tenía acostumbrado- No sé que me ha pasado, que contigo puedo ser yo, y ser copletamente sincero. En cambio con los demás... siempre estoy a la defensiva, tratando de molestar; y admito que me gusta verlos gruñir. << Demonios, parezco una colegiala >> Me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de baño que tenía junto y cerré la puerta tras de mí con algo de fuerza y casi se rompe por el golpe. Me ví en el espejo... Mi ojos vacíos, mi piel blanca. Era la primera vez que me vía detenidamente y traté de buscar en ese reflejo algo, del "humano" pero ya no encontré nada, ni siquiera el nombre, pues era un nombre "prestado"

Abrí la puerta, todavía con los pensamientos revueltos. - Boss, creo que no estoy siendo buen anfitrión - torcí la boca- Tuve mis minutos de "reflexión", creo que despues de un par de cientos de años tenía que pasarme alguna vez. Gracias por no haberte ido, volví a golpearlo a manera de juego- Por cierto, esa chsmarra tuya te queda sensacional y me gusta... ¿Puedo robártela?

Sonreí malicioso ante su propuesta. -Me ganaré esa chamarra tuya y la conservaré como trofeo, espera y verás- Comencé a tararear una sexy canción, de esas que acostumbraba a bailar en el Fangtasía y el baile no se hizo esperar, me acerqué hasta él y lo arrastré hasta la cama donde lo obligué a sentarse- Bailaré unica y exclusivamente para tí Boss, mi mejor cliente distinguido- Me quité la camisa e hice que pasara sus manos por mi pecho desnudo.

No tenia pensado hacer un baile demasiado extenso, porque lo que yo más deseaba en ésos momentos era una cosa completamente diferente. Mi mente decía una cosa, mi cuerpo otra. Deseaba a Eric con todas mis fuerzas, pero no quería obligrlo a hacer nada que no quisiera. Así pues, traté de hacer un baile lo más sensual posible y sí motivarlo, al menos para que se llevara un grato recuerdo de esa noche. Eric se aostó en la cama, y yo me subí encima de ésta, poniendo mis dos piés a ambos costados de su cuerpo, y eseguida fui bajando lentamente, hasta llevar mi cadera muy cerca de su cara. Subí y bajé un par de ocasiones, la tercera, fue para robarle otro beso más.

-Los dos somos algo fuera de lo normal, ésta noche todo es fuera de lo normal, ¿No te habías dado cuenta Boss ? -De un salto hacia atrás, aterricé en ambos pies y acto seguido, comencé a bajar el cierre del pantalón, miré a Eric de reojo, si el no me obligaba a detenerme, yo seguiría bajando más y más...

-¿Quieres que me detenga o...?

-Prosigue.

El sonido del cierre hasta abajo, me puso extremadamente sexoso, pero no quería que todo terminara, sin haber comenzado. Mirándolo a los ojos lo fuí deslizando el pantalón de cuero por mis piernas; poco a poco, lentamente. Me di la vuelta para enseñar mi trasero y darme un par de buenas nalgadas. Me gustaba hacerlo en el bar, eso siempre le gustaba a la clintela, quizás la Boss no le desagradara en los absoluto.

-¿Qué tengo pensado? -Me giré hacia él- Muchas cosas tengo en mente, y no sé por cuál de todas empezar y ... No sé si estés dispuesto a seguirme el juego, Boss. Ambos sabemos que hemos traspasado la línea entre el jefe y el empleado hace algunos días- Me aproximé a la cama y me suí a ella como si fuera un felino- Estás en mi territorio y aunque tu tengas alguna clase de jerarquía, ésta... es mi guarida y el león que habita en ella, quiere reclamar a su presa. -Fuí acortando distancia, hasta tener su rostro cerca del mío- Él león está habriento...

Cuando Eric terminó por atarme las manos y los piés de la cabecera, me mordí el labio inferior y le dije en tono meloso: ¿Miau? - Me reí como poseso y luego le puse una mirada angelical tipo gato con botas de Shrek- Boss, Boss, Boss... ¿El león se va a convertir en un gatito indefenso? ¡Oh, por favor, no me haga daño, soy inocente! Haré lo que me pida pero no se propase conmigo, señor... - Lo observé de arriba abajo y saqué mis colmillos- ¿Qué esperas para tomar a tu presa- contesté con voz ronca y sensual.

-Wow, ¿me gustará el juego Boss? - lo ví reírse y regresar con un paliacate en las manos, mismo que me colocó en los ojos, para que no viera absolutamente nada. -Espero que todo esto valga la pena- dije con la incertidumbre encima- sin embargo Eric no me contestó nada- Hmm, así que tendré que sentir todo lo que venga, bien, me parece perfecto, por mi no hay problema , no opondré ninguna resistencia.

Con los ojos vendados solo podía escuchar su respiración cerca de mi oído, y sus manos recorrer todo mi cuerpo; y por supuesto que iba a cooperar, lo estaba deseando y estaba deseando sentirme su esclavo en todos los sentidos. Cuando sentí sus manos recorrer mi cuerpo de manera lujuriosa y su boca dándome mordiscos, sentí que podría morir por segunda vez . Me quejé ligeramente pues no sabía si tenía "permitido hablar"