Con afry...[+13]

Los negocios me habian ido bastante bien, así que pude comprar una televisión de plasma y varios muebles, como un sofa extremadamente grande y blanco, muy suave. La mesa era negra, con un cristal de la misma medida.
Abrí la puerta en con Afry en brazos, efectivamente, estaba despeinado.
-Ahora mismo lo que menos me importa es mi fisico-dije picaronamente- Aunque lo segundo puedo concedertelo
Incliné la cabeza y la besé, fundiendome con ella.
Cerre la puerta de una patada, y la lleve rapidamente hacia mi dormitorio, donde la posé suavemente en la cama de matrimonio, intentando que no le ocurriera nada, como si de cristal se tratase.
Me tumbé a su lado, y la abracé con un brazo, mientras con el otro le rozaba la mejilla lentamente, fijandome en sus azules ojos.

Me apartó un mechon de pelo del rostro con su mano, la cual besé fugazmente.
-Puedo decir lo mismo, pero dejemos las palabras para otro momento, ahora solo quiero besarte-dije sonriendo y al instante hice mi deseo realidad, besandola continuadamente en los labios, su mejilla, su cuello...
Era magnifica y no iba a dejar que se escapara.
-Tu moto estara en el parking mañana por la mañana, al igual que tus cosas, solo si quieres-dije con media sonrisa en mi rostro.

-Ya soy tuyo, y nada puede remediarlo-le dije pasando mis dedos entre su cabello.
Presioné su cabeza contra mi pecho, sin dejar de entrelazar mis dedos con su cabello.
Ella se durmió y yo me quedé inmovil duranto unos minutos, sin temer que se despertase.
Cuando quise darme cuenta, no nos habíamos tapado, y hacia bastante frio. La cogí en mis brazos de nuevo, se movió un poco, pero me acerqué a su oido de nuevo, y le indiqué que se durmiera, rozando su oreja con mi dedo indice.
La metí dentro de la cama y la arropé cuidadosamente, para que no pasara frio. Me tumbé de nuevo y la abracé, al cabo de varios minutos, me quedé dormido, junto a la persona de mi vida.

Mientras dormia, ella empezó a besarme delicadamente. Me desperté poco a poco, devolviendole los besos. La miré a sus azules ojos, los cuales me fascinaban.
-¿Que tal has dormido mi niña?- esbozando una media sonrisa- Porcierto, quiero despertarme así a menudo.
Con mis dedos le aparté un mechon de pelo y se lo coloqué detras de la oreja, mientras le acariciaba la mejilla cuidadosamente.

- Yo tambien - Sonrei y no pude evitar adorarle mas de lo que ya lo hacia. - Alcide, como has dormido tu? Yo estupendamente... calentita - Sonrei de medio lado

El contesto lo mismo, que muy bien asique nos abrazamos y el me apreto entre sus brazos todo lo que pudo sin llegar a hacerme daño. Sonrei y me incorpore en la cama para ponerme encima suya. Sonrei y me agache para poder besarle... El paso sus brazos por mi espalda y toco mi trasero. Pare sus intenciones en ese momento.

- Nene, no piienses mal.... iba a pasar encima tuya para ir a la cocina

Me rei y me baje corriendo dejandolo alli y sali corriendo hacia la cocina, queria prepararle algo de desayunar. Trastee toda la cocina y encontre unos huevos, una sarten algo de bacon y un poco de zumo de naranjas. Lo prepare todo como pude y me puse manos a la obra... termine y volvi a la habitacion con una bandeja en las manos. El abrio los ojos de par en par al vez el manjar que le llevaba, habia preparado suficiente para los dos...

- Servicio de habitaciones... su desayuno. - Dije mientras se lo ponia en las piernas
- Oh! Pero que dulce... ven sientate conmigo a desayunar.

He hice lo que me dijo, rodee la cama y me sente a su lado, devoramos todo en cuanto pudimos y dejamos la bandeja en el suelo. Con una de las servilletas limpie un poco la boca de Alcide y el otro poco lo hice con mis labios. Pare un segundo y lo mire a esos labios carnosos que tenia, sonrei y pase mi dedo acariciandolos.

- Todavia no me lo creo Al, como ha pasado todo esto?

-Quien sabe, tal vez esto lo hizo el destino-dije guiñando un ojo
La tumbé encima mia y la pasé al otro lado, quedando abrazado detras de ella, para poder oler su pelo.
-Te quiero-le dije muy bajito al oído, rozando su oreja con mis labios.- Nunca habia conocido a una persona como tú
Le di un beso en la mejilla y fui bajando hasta el cueño, donde le dí besos repetidamente mientras ella permanecía tumbada

Se quitó la ropa hasta quedarse en ropa interior. La miré con asombro y volvió a tumbarse.
La volví a rodear con mis brazos y seguí besándola por todas partes.
-Eres lo mejor que me ha pasado nunca-le dije mientras daba un beso entre palabra y palabra.- Dime, qué quieres que hagamos hoy

Miré el reloj y vi que eran las 3.
-Dada la hora que es, nos vamos a un restaurante, el que tú quieras. ¿Te apetece?-dije sonriente
Ella me encantaba, era maravillosa, y nadie podria discutirlo.
La besé una vez mas en los labios, y entralacé mis dedos con los sullos.

-Lo que tu quieras, me va a seguir pareciendo genial de todas formas-dije sonriendo
Levanté el costado y volví a besarla. Su rubio pelo olía como nunca, a pesar de no haberse duchado.
Entrelacé mis dedos en su pelo, haciendo tirabuzones con él.
-Porcierto, tus cosas estan en el comedor, y te he dejado una tele nueva en tu casa. ¡Menudo cacharro tenias!
Reí y volví a besarla

- Queeeeeee? - En ese momento me quede parada en medio de mi plan de darle un beso - Una tele nueva, pero.. de donde la has sacado?

Me tumbe encima suya apoyando mi cabeza en su cuello, olia genial, y no ha colonia si no su olor corporal.

- No hace falta que hagas todo esto, me encantas igual.

-De la tienda, sin robarla eeh -dije con una sonora carcajada-Anda, ven y besame tonta.
Apoyé su cabeza contra mi pecho y le acaricié el pelo, que seguía desprendiendo aquel aroma embriagador.
No conocia de nada a esa chica, pero me encantaba, era especial

Concedí su deseo y dejé que me besara, lentamente recorriendo mi boca con su increíble boca.
Poco a poco nos apartamos, y nos quedamos mirando. De mi garganta un pequeó rugido se hizo en el silencio.
Giré y me puse encima de ella, no cargué todo mi peso, ya que la aplastaría, me quedé a varios centimetros de ella, rozándole la frente con un mechón de mi pelo.
- ¿Y si esperamos un poquito para comer?-dije picaronamente.
Agaché mi cabeza para besarla de nuevo, esperando su respuesta, si es que podia controlarme y retirar mis labios de los suyos.

Torcí la boca, no me hacia mucha gracia esa idea, pero bueno.
-Venga, vamos-dije sonriendo finalmente- Voy a ducharme, ve vistiendote de mientras
Mientras me dirigía al baño fui desaciendome de la ropa. Llegué al baño y me metí en la ducha, con el agua fría, como me gustaba.

- ¿Hay que esperar a que termine para que te duches?-dije girandome hacia ella, mientras continuaba bajo el agua.
Deseaba que se duchase conmigo, pasarle la esponja suavemente por su cuerpo con la mayor ternura posible.
Era genial estar con ella, siempre estaba con una sonrisa en la boca y hacía que todos a su alrededor plasmasen una sonrisa en su rostro.

Sonrei al oirle y cuando termine de recojer la ropa salir corriendo al baño, me quite su camiseta y entre corriendo a la ducha, le tape los ojos y le di un beso en el pelo ya que estaba de espaldas. Nos duchamos juntos, abrazandonos y enjabonandonos mutuamente, sonriendo y enchufandonos con el agua directamente de la alcachofa. Sonrei, me di la vuelta cuando termine y abri la mampara para salir fuera. Cogi su toalla, me di un rapido secado y me volvi a poner su camiseta.

El baño fue perfecto, tal y como deseaba. Solo que en mis deseo, este baño nunca acababa.
Cuando salió de la ducha, se secó y se puso mi camiseta. Cogí otra toalla y la anudé a mi cintura.
A una velocidad no muy humana, la tumbé en la cama. Permanecimos alli tumbados, sin hablar, mojando la cama con nuestros cabellos mojados.
-Cuentame cosas sobre tí-dije susurrandole al oído.- Lo quiero saber todo