Encuentro... ¿Amistoso?

-No tengo miedo Boss, es sólo que... -suspiré, tenía que sincerarme con él, siempre me había gustado hablar con la verdad- El verlo ahi... arrodillado, no sé, es como si le hubiese restado poder y energía a nuestra pequeña diversión- Torcí la boca y me acomodé un poco el cabello- Tengo una imagen bastante diferente en mi cabeza de lo que eres Eric- dejé el título de Boss atrás y le habé de tú- "Un dios arrodillado" no es algo que me gustaría ver por todo lo que me reste de vida inmortal... En fin, creo que ya estoy desvariando.

-Yo puedo entender muchas cosas Boss, no soy un neófito estúpido, así que no me trates como un bebé- había algo dentro que me estaba molestando, pero no lo ib a decir ni aunque me desangraran para confesarlo- Entiendo perfectamente la situación, tu harás y le complacerás en todo, sus palabras son órdenes para tí. Es tu creador y le debes lealtad... más claro ni el agua. El te ha pedido que dejes de "jugar conmigo"

-Lo que quiero hacer, es irme de aquí, se me ha abierto el apetito Boss, la noche todavía no acaba y debo pasar a mi casa para cambiarme. No me gusta cazar "sin estilo" - me encogí de hombros- Es una lástima que todo acabara tan pronto, realmente lo estaba pasando genial. Hasta la noche entonces, estaré puntual como siempre...

Lo ví alejarse por entre las sombras, y cuando lo perdí de vista, rugí de coraje como nunca en la vida lo había hecho, descargando un certero puñetazo en un pobre árbol que terminó por venirse al suelo.