LUNA ROJA (Alcide)

Ya era costumbre merodear por los principales centros de reunión de los humanos para "buscar comida" así que arriba de mi moto buscaba pacientemente a alguien que fuera una buena presa. Le dí un par de vueltas al parque y finalmente estacioné mi moto. Había un olor extraño en el ambiente y yo necesitaba saber de donde provenía, Olfatée un poco, hasta que finalmente encontré al causante...

-Un lobo- gruñí y torcí la boca- Creo que será una noche muy divertida.

Un vampiro-me dije- Esto promete.
Seguí el olor del vampiro, el olor se acentuó a cada paso que daba, hasta que llegue a la persona que desprendia tal olor embriagador. Era un vampiro joven, de ojos azules, alto y moreno.
Le miré a los ojos y esbocé una sonrisa.
-Hola - Dije, sin quitar la sonrisa de mi cara- Bonita noche ¿Verdad?

El lobo se acercó como si nada pasara, me saludó y yo lo miré fijamente. Una de dos, o el lobo estaba haciendo su primer movimiento de ataque tratando de ser amable o lo estaba haciendo sin medir el peligro que tenía en frente.

-Si, puede ser una bonita noche sangrienta. - volvía a olfatearlo- Todo depende- me reí.

El chico permanecio en silencio durante un instante, y por fin gesticulo palabra.
-Sip, todo depende-Dije sin temblar mientras pronunciaba la frase- todo depende de mí- dije guiñando un ojo al chico
-Entonces, ¿Decias que te llamabas...?-Dije mientras me sentaba en un banco cercano.
El chico era mistico, interesante, podria merecer la pena.

El chico era bastante extraño, así que sólo atiné a acercarme hasta el banco donde se había sentado,saqué una cajetilla de cigarros y le ofreci. -Morten J. Harket - dije con cigarro en la boca- Y puedo ser tu peor pesadilla. Así que andate con cuidado-.Me senté a su lado, y cruzé la pierna mientras le daba un par de bocanadas.

El chico me ofreció un cigarro, dije que no con un gesto.
-No fumo, pero gracias
El chico estaba tranquilo, y hablaba amenazante, pero sin elevar la voz. No era el primer vampiro con el que me cruzada, ni seria el ultimo, y no iba a temerle.
-¿Conque mi pesadilla, eh..? Me encantan las pesadillas, pero prefiero los sueños-Dije arqueando una ceja

Reí un poco- Así que el lobito ha tenido su momento filosófico ¿quieres que te aplauda? -Gruñí- Un lobo que creía en los sueños no lo podía creer- Tienes cara de niño bueno y tratas de aparentar como tal, pero en el fondo eres salvaje por naturaleza ¿dime que quieres ocultar? ¿De qué te escondes?

-No por dios, tampoco ha sido como para aplaudirme, solo ha faltado un poquito para serlo-dije sonriendo, me encantaba vacilarle al vampiro, aunque me costase un mordisco- Salvaje...-dije dudando- si, puede que lo sea, bastante quizá. Bueno, y qué haces por aqui ¿buscando comida?-Pregunté mientras me mordia una uña.

-Yo siempre estoy buscando comida Alcide, y cuando la merienda escasea, me da igual a quién me tenga que cenar, el chiste es disfrutar el momento- Saqué una botella de ron pequeña que llevaba dentro de la chaqueta y le di un buen trago- No sabe a nada, pero me gusta hacerle al tonto de vez en cuando ¿gustas? - Volví a ofrecerle- No vayas a salirme conque eres un lobo anticuado...

Me ofreció ron, y volví a negarselo con un gesto.
-Las cosas viejas, suelen estar mejor que las nuevas, como tu ron- le dije guiñandole un ojo.- Un licantropo bebido no es muy bueno por la calle, no solemos...controlarnos.
-Pero en tu caso, o comes mucho, o la comida no a escaseado, tu boca huele a sangre.-dije mirando al cielo- Pero es facil de comprobar.
Saqué una garra y pinche levemente mi muñeca, hasta que salio una gran gota de sangre. Lamí la gota y la herida se cerró.

-Me estás decepcionado lobito, me has despreciado dos veces, y eso puede costarte caro- Gruñí pues no me gustaba ser rechazado y comenzaba a aburrirme como ya era mi costumbre, cuando algo no lograba captar mi entera atención. Sin embargo algo que hizo que mis sentidos comenzaran a enviarme alarmas. Alcide se había abierto su muñeca deliberadamente dejando caer una gota de buen tamaño que cayó en el piso. Pude escuchar perfectamente el sonido de ésta al chocar contra el pavimento. Su erida cerró, pero entonces yo me levanté con rapidéz y lo encaré. El movimiento que hice fué tomarlo por el cuello y llevarlo directamente al piso donde lo inutilizé- Estás jugando con fuego y te puedes quemar...

El vampiro me encaró gruñendo y cogiendome del cuello. Yo di un corto pero fuerte gruñido y me quedé mirandole a los ojos. Aunque estuviese apretandome el cuello, apenas lo notaba.
Agarré la mano que me estaba apretando el cuello con fuerza, hinqué las garras y las aparté de mi.
-Tu tambien estas decepcionandome, te lanzo una indirecta para que tomes mi sangre, y vas y me tratas asi, estas restando puntos, vampiro- Dije poniendome bien la camisa.
Le lancé una mirada, y volví a sentarme.

-Oh, no tu no te irás limpio lobito.

Arremetí contra él y lo tumbé de la banca. Motivo que hizo que la arrancáramos del piso, arrastrándola junto con nosotros varios metros atrás- Nada me costaría partirte en dos, pero quiero divertirme un poco más. El que dice la última palabra aquí, soy yo lobito, que te quede bien claro y si he de morderte será bajo mis condiciones. Y lo que estoy deseando en éste momento es desgarrarte esa garganta lenta y profundamente, hasta desangrarte. Terminemos ésto de una vez, ya que lo estás pidiendo a gritos con tus acciones y palabras.

Saqué mis colmillos y los hundí profundamente en su carótida.

Resulto ser un vampiro nada agradable, por el momento.
Me tiró y me clavo sus colmillos. Inmediatamente, transforme mis manos en grandes zarpas negras. Le di un zarpazo en el cuello, lo que permitio que se apartase de mi.
-Tu aqui no eres el jefe, y no, no te será tan facil partirme en dos. Basta conque de un aullido y esto se llene de lobos, los cuales no dudaran en arriesgar sus vidas en defenderme. Pensaba dejarme morder, pero ahora tendras que currartelo.
De mi boca surgieron dos colmillos, no de vampiro evidentemente, eran dos colmillos de lobo, no eran tan fuertes como los suyos pero podrían hacer bastante daño.

La herida que me había hecho en el cuello, salpicaba mucha sangre, pero sanó enseguida como sucedía con todos los vampiros.

-Vaya, vaya. vaya.. Ts, Ts,- hice un pequeño ruido con la lengua y lo miré con desprecio de arriba abajo- El lobo resultó ser un cachorro que no puede enfrentar sus problemas por su cuenta. Por mí puedes llamar a toda la manada completa, pero eso te hará ver más cobarde. -Limpié mi ropa que se había llenado de tierra y de pelos de lobo, haciendo una mueca de asco- Créeme que las ganas de volverte a morder se me han quitado, así que no esperes que haya una segunda vez. Tú te lo perdiste... Ya puedes guardar tus dientes de cachorrito.

Caminé hasta donde había estacionado mi motocicleta, y la encendí. -Me saludas a tus amigos- Aceleré mi máquina y me alejé de ahí.

El chico disponia a irse, raro en un vampiro.
-Adios, no seré yo el que huya-dije, sonriendo.
Clave de nuevo una de mis garras en la muñeca, esta vez con la herida mas profunda, y empezó a manar un pequeño chorro de sangre, aunque estuviese ya a un km de mi, podria oler la sangre.
Me quité la ropa, me transformé y me resguarde de la noche en un arbusto.

Pasaron 5 minutos y me puse a pensar en lo que habia ocurrido.
Fui un tonto, deje escapar esa oportunidad. No deberia de haber hecho lo de la muñeca, lo provoqué, estaba hambriento de verdad. Encima de no haberme matado, lo habia tratado así.
Entonces pensé que su moto no iria tan rapida como yo podria serlo, asi que me levante, salte los arbustos y empecé a correr por la carretera.
Pude divisar una motocicleta, no sabía si era él o no, asi que tuve que ir mas rapido. Empezaba a cansarme, saqué la lengua para poder respirar y conseguí acercarme a la moto. Era él, montado en su moto a una velocidad bastante rapida. El no paró, todo lo contrario, y no era porque no me habria visto, podria olerme a kilometros; asi que no tuve mas remedio que pegar un zarpazo a la rueda, la cual se pinchó enseguida y la motocicleta dejó de moverse.
El chico parecia enfadado, pero antes de que pudiera gesticular palabra, me transformé a humano, excepto mis manos y arañe con fuerza mi hombro, el cual empezó a sangrar.
La escena era insólita, yo, desnudo y sangrando por el hombro en medio de la carretera, esperando que aquel alto vamprio me mordiese.
-No te preocupes por la motocicleta-dije, sonriendo